Redacción. Madrid
Tras la epilepsia, la esclerosis múltiple es la enfermedad neurológica más frecuente entre los adultos jóvenes, sobre todo entre edades comprendidas entre los 20 y 40 años. Además ésta enfermedad es la primera causa de discapacidad sobrevenida en adultos jóvenes de Europa y Norteamérica. España es, en la actualidad, considerada una zona de riesgo medio-alto, con una prevalencia demostrada de entre 80 y 100 casos por cada 100.000 habitantes, aunque la real puede ser aún mayor, y afecta, por tanto, a unas 45.000 personas en nuestro país.
Celia Oreja-Guevara.
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“Aunque no existe ninguna causa conocida ni que se pueda atribuir de forma directa a la esclerosis múltiple, existen tres hipótesis al respecto. Por un lado, la higiene, ya que en los países desarrollados los niños tiene menos contacto con los agentes infecciosos y por lo tanto se favorecen las enfermedades autoinmunes. Por otro lado, la vitamina D, ya que se ha comprobado que en los países con menos sol aumenta el número de casos. Y, por último, la genética porque aunque se ha demostrado que esta enfermedad no es hereditaria, existe un número de variaciones genéticas que aumentan el riesgo de desarrollar esta enfermedad”, explica Celia Oreja-Guevara, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la Sociedad Española de Neurología (SEN), con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, el 25 de mayo.
Por razones aún desconocidas, es más común en mujeres con una proporción de dos a uno. No obstante, también se ha comprobado que a medida que aumentan los casos de esclerosis múltiple, también parece que se incrementa esta proporción en todos los países en que se ha estudiado.
Sin embargo, la esclerosis múltiple es quizá una de las enfermedades neurológicas en la que los avances en su conocimiento y tratamiento han sido más notables. En las últimas dos décadas se han producido muchísimos avances en cada una de las áreas de conocimiento de la enfermedad. “Aunque haya aumentado gradualmente la incidencia y prevalencia, hay que tener en cuenta que también han aumentado los métodos y la eficacia para diagnosticar la enfermedad”, señala Oreja-Guevara.
“Este año se ha aprobado el primer tratamiento oral para la esclerosis múltiple, que reduce el número de brotes en más de un 50 por ciento. Además, contribuye a mejorar la calidad de vida de los pacientes y se incrementa la adherencia al tratamiento gracias a la comodidad en la toma oral. También se ha aprobado este año un tratamiento antiespástico para la esclerosis múltiple que mejora la espasticidad y los espasmos en estos pacientes. Afortunadamente en los próximos años se irán aprobando más tratamientos que permitirán un tratamiento más personalizado de los pacientes”, afirma la neuróloga.
A pesar de los avances que se han producido en los últimos años, la SEN recuerda que es necesario seguir realizando esfuerzos de investigación. Incrementar la actividad investigadora profesionalizada en unidades de esclerosis múltiple, así como la creación de grupos multidisciplinarios y multicéntricos de investigación etiopatógena que tengan acceso a grandes series de pacientes, se erigen como las áreas prioritarias de investigación, según el recientemente publicado Libro Blanco de la Investigación Neurológica en España.
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